La volatilidad puede ser considerada como una medida del riesgo en los mercados financieros.
Es una medida estadística de la variación de los precios de los activos subyacentes. La volatilidad no mide la dirección de los cambios de los precios solo la dispersión de las variaciones de precio.
Tenemos que distinguir entre tres tipos de volatilidades:
Volatilidad histórica (HV): está basada en el precio histórico del subyacente. Esta volatilidad variará en función del periodo de tiempo y del intervalo entre precios escogido para calcularla.
Volatilidad implícita (IV): está basada en el precio actual de las opciones y tiene en cuenta lo que puede ocurrir en el futuro.
Volatilidad futura: es la volatilidad que el subyacente va a manifestar desde el momento de intercambio de la opción hasta su vencimiento. Es un valor no conocido.
A la hora de plantear una estrategia con opciones es importante determinar si nos encontramos en un entorno de volatilidad alto o bajo, dos métodos sencillos que nos darán una idea de cómo está la volatilidad son:
Comparar volatilidad histórica y volatilidad implícita: si la volatilidad implícita es menor que la volatilidad histórica, podríamos esperar que la volatilidad futura subiera hasta que ambas converjan y viceversa.
Dividir el grafico anual de IVen tres partes y ver en que tercio nos encontramos. Si IV se encuentra en el tercio inferior (1) estaríamos en un entorno de volatilidad baja, mientras que si nos encontramos en el superior (3) estaríamos en un entorno de volatilidad alta.
Gráfico evolución volatilidad diaria RUT Fuente: ivolatility.com |
Fuente: ivolatility.com |
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